El cáncer de ovario es una de las neoplasias malignas más frecuente en mujeres mayores de 40 años, después del cáncer de mama. En los países industrializados ocupa el cuarto lugar de mortalidad por tumores ginecológicos. En México, en 2019, el cáncer de ovario se posicionó como la tercera causa de muerte por tumor maligno en mujeres de 30 a 59 años; mientras que, en mujeres de 15 a 29 años, se encontró como la cuarta causa de muerte por tumor maligno.
Existen factores que aumentan el riesgo de presentar este tipo de cáncer: tener antecedentes familiares de cáncer de ovario; nivel socioeconómico medio-alto; dieta rica en grasas; obesidad; ovario poliquístico; antecedentes personales de cáncer de mama, colon o endometrio; exposición a radiación o asbesto; uso de talco; ser mayor de 45 años; nuliparidad; terapia de reemplazo hormonal; ser de raza blanca; tabaquismo.
Los cánceres de ovario podrían estar relacionados con las hormonas, pero, se conoce poco sobre cómo la exposición a disruptores endocrinos puede relacionarse con el riesgo de cáncer de ovario. Diversos estudios han respaldado la asociación entre productos para el cuidado personal, como los productos para duchas vaginales y el uso de polvos (talco) en el área genital y el riesgo de cáncer de ovario. Los productos químicos para el cabello representan otro factor importante de exposición a carcinógenos y disruptores endocrinos.
El uso de productos químicos para el cabello es extremadamente común. En un estudio se observó un riesgo entre un 15% y un 20% mayor de cáncer de ovario asociado con el uso de tinte permanente para el cabello más de 100 veces. Por otro lado, una investigación encontró que el uso de productos para el cabello en adolescentes y adultos, en particular alisadores o productos para planchar, se asoció con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además de contener compuestos disruptores endocrinos, existen formulaciones de alisadores que liberan un compuesto carcinógeno (formaldehído) cuando se calientan.
Un estudio consideró el impacto de los productos para alaciar el cabello sobre el riesgo de cáncer de ovario, encontrando que el uso frecuente de alisadores en adultos se asoció con el doble de riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Sin embargo, se encontró poca evidencia que sugiera que el tinte para el cabello, incluido el tinte permanente, semi permanente o temporal, se asocia con el cáncer de ovario en general. Dentro de los productos estudiados en esta investigación se descubrió que los productos que se utilizan para alisar o relajar la textura del cabello contienen una variedad de compuestos disruptores endocrinos incluidos ftalatos, parabenos, ciclosiloxanos y metales, además del formaldehído.
Se ha descubierto que, tanto los tintes para el cabello, como los productos para ondulado o permanente del cabello, contienen sustancias carcinógenas y cuentan con una capacidad de unión al ADN. Asimismo, se ha encontrado que los compuestos provenientes del tinte para el cabello se unen al ADN para unirse a las células epiteliales de la mama, lo que podría significar que las sustancias químicas de los productos para el cabello pueden circular por todo el cuerpo.
Por lo tanto, el uso frecuente de alisadores / alisadores o productos de presión por parte de los adultos se relaciona con el riesgo de presentar cáncer de ovario. Además, el uso de tintes permanentes para el cabello podría estar asociado con el riesgo de cáncer de ovario de manera diferente según el tipo histológico. Sin embargo, aún se necesitan más investigaciones para identificar los componentes de estos productos que pueden aumentar el riesgo.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
White, A. J., Sandler, D. P., Gaston, S. A., Jackson, C. L., & O’Brien, K. M. (2021). Use of hair products in relation to ovarian cancer risk. Carcinogenesis, 20(20), 1–7.
Novoa-Vargas, A. (2014). Historia natural del cáncer de ovario. Revista de Ginecología y Obstetricia de México, 82, 613–622.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2021, febrero). ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER (4 DE FEBRERO) (N.o 105/21).
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