La obesidad es un trastorno de la alimentación capaz de incrementar el riesgo de desarrollar otras patologías como enfermedades cardiovasculares, hepáticas, endocrinas, respiratorias, artropatías, entre otras. También genera una disminución de la calidad de vida e incrementa el riesgo de mortalidad. La obesidad no solo se asocia con la presencia de enfermedades metabólicas, sino que también afecta la salud psicológica, pues puede participar en el desarrollo de trastornos emocionales como ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, depresión, por mencionar algunos.
La depresión es una trastorno del estado de animo que genera una incapacidad de interés y disfrute de las cosas que puede provocar comportamientos de alarma como la idea de suicidio. También puede desencadenar conductas antisociales, consumo de tabaco y alcohol, consumo de drogas. Puede significar un factor de riesgo para otro tipo de patología psicológica. En un estudio realizado en mujeres adolescentes, se encontró que aquellas mujeres que padecían de sobrepeso u obesidad tenían un mayor riesgo de presentar depresión.
En diversos estudios se ha demostrado la relación entre la depresión y la obesidad como problemas de salud comunes, lo que llevó a la conclusión de que estos dos problemas se generan por una desregulación del sistema de estrés. Estos trastornos no se consideran comorbilidades, sino que ambas se influyen entre sí. Se cree que el vínculo que existe entre la depresión y la obesidad podría ser por una alteración a nivel hipotalámico-hipofisario-suprarrenal, además, de que ambas presentan un estado proinflamatorio, incremento en el estrés oxidativo y una alteraciones endocrinas.
La depresión se asocia con una inflamación crónica, en la cual hay un aumento de las citoquinas proinflamatorias en estado depresivo y una posterior disminución de estas cuando se corrigen los síntomas. Los factores que influyen en la inflamación y síntomas depresivos son diversos y entre ellos se encuentran estrés psicológico y obesidad.
Por otro lado, la obesidad, también se caracteriza por un estado de inflamación, ya que la acumulación de grasa a nivel abdominal genera un aumento en las citoquinas proinflamatorias. Las alteraciones metabólicas generadas por la obesidad inducen un aumento en la producción de cortisol, leptina e insulina que, a su vez, causan una alteración en el funcionamiento del eje hipotálamo-pituitaria-adrenal y resistencia a la insulina, que están implicadas en el desarrolla de inflamación y un empeoramiento de la depresión.
La apnea del sueño también se considera como un factor para el desarrollo de obesidad y depresión. El exceso de grasa corporal genera un incremento en las alteraciones en la respiración durante el sueño. Por su lado, la aparición de síntomas depresivos se relaciona con fatiga diurna y alteraciones del sueño como la apnea.
Factores nutricionales relacionados con la ingesta de nutrimentos también están vinculados con la relación obesidad-depresión. Un déficit de vitamina D, está ligado a síntomas depresivos y obesidad. Una ingesta adecuada de esta vitamina ayuda al funcionamiento del cerebro. Las personas con obesidad presentan un déficit de vitamina D mayor al 35%, y por su parte esta deficiencia se relaciona con un mayor riesgo de síntomas depresivos.
La obesidad y la depresión son dos de los trastornos con mayor presencia entre la población. Se ha demostrado que la obesidad puede generar la aparición de síntomas depresivos, así como la depresión pueden desencadenar la aparición de obesidad. Se cree que estos están relacionados a través de diversos factores como el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, apnea del sueño y déficit nutricionales como el de vitamina D.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
Quintero, J., Félix, M. P., Banzo-Arguis, C., Martínez, R., Barbudo, E., Silveria, B., & Pérez-Templado, J. (2016). Psicopatología en el paciente con obesidad. Salud mental, 39(3), 123-130.
Ocampo, J.; Guerrero, M.; Espín, L.; Guerrero, C. & Aguirre, R. Asociación entre índice de masa corporal y depresión en mujeres adolescentes de la ciudad de Quito, Ecuador. Int. J. Morphol., 35(4):1547-1552, 2017.
Alonso, R., & Olivos, C. (2020). La relación entre la obesidad y estados depresivos. Revista Médica Clínica Las Condes, 31(2), 130-138.
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