La nueva enfermedad por coronavirus que se conoce como COVID-19, es causada por el nuevo SARS-CoV-2 el cual puede llegar a causar neumonía grave. El coronavirus está afectando a casi todos los países y territorios del mundo. Desde el inicio de la pandemia, se han utilizado varios fármacos antiinflamatorios y antivirales como posibles tratamientos alternativos para la enfermedad. Sin embargo, todavía no existen medicamentos que curen esta nueva enfermedad. Actualmente, ya existen diversas vacunas para prevenir las complicaciones de COVID-19.
En los últimos meses se han evaluado otras alternativas para evitar contraer esta enfermedad o recuperarse rápidamente. Se ha mostrado interés por las propiedades de los alimentos naturales para proteger contra virus. Se han estado considerando diversos tipos de alimentos y regímenes alimentarios que contribuyen a la reducción de la infección y la disminución de la tasa de mortalidad.
Una alimentación saludable (rica en vitaminas y minerales) contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico al aumentar las defensas del cuerpo y mantenerlo en óptimas condiciones. Varios estudios han demostrado que la falta de calidad y / o cantidad de micro y macronutrientes en la dieta provoca un aumento de la morbilidad y mortalidad. Presentar desnutrición se relaciona con un aumento en la tasa de infecciones virales y / o bacterianas y un retrasó de la recuperación. Las vitaminas C, D y E con zinc y flavonoides han mostrado apoyar la integridad del sistema inmune ayudándolo a prevenir infecciones respiratorias, síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y COVID-19.
Vitamina C
Se ha encontrado que la vitamina C ayuda a la activación del sistema inmune después de la exposición a toxinas químicas y biológicas. Además, varios estudios han demostrado que esta vitamina tiene la capacidad de aumentar las concentraciones séricas de hierro y hemoglobina. Esto es esencial para evitar la aparición de anemia por deficiencia de hierro, la cual resultaría perjudicial para las personas con COVID-19, pues ésta ya altera los niveles de oxígeno.
Como es bien sabido la vitamina C muestra efectos inmunomoduladores con la finalidad de reducir el nivel de infección. También se ha demostrado que está relacionada con una recuperación más rápida de la fiebre, los escalofríos y el dolor en el pecho. Un estudio demostró que altas dosis de vitamina C combinada con un antiinflamatorios, antivirales y antibióticos, resultaba seguro y eficaz para los casos graves de infección viral respiratoria.
Por lo tanto, tomar alimentos naturales ricos en vitamina C como verduras frescas, frutas como cítricos, fresas, kiwi, coliflor o suplementos de vitamina C, durante la pandemia de COVID-19, ayudará a aumentar la absorción de hierro, para prevenir la anemia, asegurará un transporte adecuado de oxígeno en el cuerpo y ayudará a estimular el sistema inmunológico.
Vitamina D
La vitamina D, además de intervenir en la salud ósea, tiene una serie de funciones dentro del sistema inmunológico en las que se incluyen la regulación endógena de las respuestas inmunitarias. También ayuda a disminuir la producción de citocinas proinflamatorias y ayuda a las células inmunitarias innatas a engullir y matar virus o bacterias. Por lo tanto, una cantidad suficiente de vitamina D3 podría proteger a los pacientes con SARS-CoV-2 de bloquear la actividad de citocinas inflamatorias.
Esto podría significar que los suplementos de vitamina D se asocian con un menor riesgo de infecciones respiratorias agudas causadas por COVID-19. Tanto la vitamina D como la vitamina C tienen un papel clave en la formación y mantenimiento de las barreras del tejido pulmonar. En una investigación se encontró que una alta suplementación de vitamina D de ayuda a disminuir la incidencia de infecciones respiratorias agudas
Mantener la vitamina D3 sérica en rangos normales puede reducir la gravedad de la infección por SARS-CoV-2, el tiempo en cuidados intensivos y la mortalidad en cerca del 50%. En un estudio se reveló que la suplementación con vitamina D puede reducir la incidencia, la gravedad y el riesgo de muerte por COVID-19. Por ello, se recomienda el consumo de alimentos ricos en vitamina D y / o la toma de suplementos. Una suplementación suficiente de vitamina D puede mejorar el sistema inmunológico para prevenir la infección por COVID-19.
Vitamina E
La vitamina E o α-tocoferol es considerada un antioxidante capaz de neutralizar las especies reactivas de oxígeno y de bloquear la inflamación aguda de células inmunitarias en los pulmones. Se ha visto que el α-tocoferol actúa a través de una vía antioxidante para aumentar la respuesta inmune. Estudios han demostrado que existe una gran influencia entre la suplementación con α-tocoferol y una reducción en la incidencia de infecciones del tracto respiratorio superior. Al mismo tiempo se ha demostrado la capacidad de esta vitamina para mejorar la resistencia a las infecciones respiratorias.
Aunque se conoce que la vitamina E podría tener algunas funciones en la inmunidad, la información existente es limitada sobre su acción en la infección por COVID-19. La vitamina E no puede ser sintetizada en el cuerpo, por ello se recomienda consumir alimentos como nueces, semillas y aceites vegetales.
Zinc
Este mineral es reconocido por ser un potente agente inmunorregulador, citoprotector y cofactor de crecimiento. Además de eso, tiene una fuerte actividad antiinflamatoria, antiapoptótica y antioxidante. Se ha visto que la suplementación oral de zinc reduce la incidencia de infecciones respiratorias agudas. Además, disminuye la duración de los síntomas similares a los de la gripe en 2 días y puede mejorar la tasa de recuperación. Un estudio in vitro mostró que el zinc puede inhibir la replicación del virus SARS-CoV 2 en cultivos celulares e interviene en la replicación de COVID-19.
Algunos investigadores han sugerido que aumentar el aporte de zinc proveniente de la dieta podría desempeñar un papel importante en el control de la enfermedad COVID-19. Una deficiencia de zinc se ha relacionado con una exacerbación de la reducción del olfato y el gusto, síntoma característico de infección por SARS-CoV 2.
Los micronutrientes tienen la capacidad de actuar como estimulantes del sistema inmunológico representando una opción auxiliar del tratamiento farmacológico. Una deficiencia de micronutrientes ocasiona diversos trastornos en el sistema inmunológico. Por esto, se recomienda consumir alimentos ricos en vitaminas C, D y E y zinc para contribuir en la mejora y el funcionamiento óptimo del sistema inmune para ayudar a combatir las enfermedades causadas por bacterias, virus y parásitos.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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