Como se ha visto, durante los últimos años, el tipo de alimentos que las personas consumen ha ido cambiado. La mayoría ha preferido la ingesta de productos ya preparados que se ofrecen en los supermercados pues son más fáciles y rápidos de preparar. Sin embargo, muchos de estos productos cuentan con cantidades excesivas de azúcar añadido. Estas cantidades de azúcares añadidos han mostrado tener efectos sobre la salud humana, generando una gran preocupación.
De acuerdo con diversos estudios, se ha visto que el consumo de azúcares añadidos se relaciona con un incremento en los casos de trastornos metabólicos como obesidad, enfermedad de hígado graso no alcohólico, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
La fructosa y sacarosa están relacionados con enfermedades metabólicas como obesidad, diabetes, hígado graso y enfermedades cardiovasculares. Además, el consumo excesivo de fructosa genera una disminución de la saciedad y aumenta la adipogénesis, ocasionando una acumulación de grasa, resistencia a la insulina, inflamación y presión arterial elevada lo que conlleva a un daño vascular.
La manosa, otro tipo de azúcar que se encuentra en las frutas y verduras y es producida por microbios, plantas y animales. A comparación de otros tipos de azúcares, la manosa ha mostrado tener propiedades terapéuticas pues en un estudio se encontró que ayuda a prevenir el aumento de peso, acumulación de grasa, esteatosis hepática, influye en la composición microbiana intestinal y en el metabolismo energético, sin embargo, esto fue posible mediante una suplementación que inició en etapa tempranas de la vida. Además, en otro estudio mostró ser una estrategia de tratamiento para eliminar la inflamación y la autoinmunidad. También se ha visto que tiene la capacidad de bloquear la captación de glucosa y la glucólisis de las cancerosas in vitro, asimismo suprime el crecimiento tumoral en ratones.
Por otro lado, la galactosa suele presentarse en forma de lactosa, se encuentra en los productos lácteos. Se ha informado que la galactosa acelera la neurodegeneración y la disfunción cardiaca en modelos animales. Se ha sugerido que la galactosa tiene un vínculo entre el incremento de inmunoglobulina E y el riesgo de presentar placa ateroesclerótica. Un estudio en roedores mostró que una alta concentración de galactosa puede tener efectos en el sistema cardiovascular, pues empeoraba la disfunción cardiaca. Asimismo, se ha dicho que podría inducir una neurodegeneración, provocando síntomas relacionados con Alzheimer y demencia.
Los azúcares de los alimentos pueden beneficiar a la salud, sin embargo, cuando se consumen en exceso pueden ocasionar todo lo contrario. Muchos alimentos que se encuentran en el supermercado cuentan con azúcares añadidos, los cuales, al ser consumidos en cantidades mayores a las recomendadas, se convierten en precursores de enfermedades metabólicas que hoy en día aquejan a la mayoría de la población a nivel mundial.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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Lelis, D. F., Andrade, J., Almenara, C., Broseguini-Filho, G. B., Mill, J. G., & Baldo, M. P. (2020). High fructose intake and the route towards cardiometabolic diseases. Life sciences, 259, 118235
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