La pandemia de COVID-19 ha infectado a millones en todo el mundo. Por lo tanto, es necesario estudiar los efectos post-COVID a corto y largo plazo. Entre los posibles efectos prolongados de COVID se encuentran afectaciones al sistema inmunitario, sistema hematológico, sistema pulmonar, sistema cardiovascular, sistemas gastrointestinal, hepático y renal, sistema musculoesquelético, sistema nervioso y la salud mental.
Los factores de riesgo más altos para la infección grave por COVID-19, incluido el síndrome de Distrés respiratorio agudo, son la diabetes, la hipertensión y los antecedentes de enfermedad cardíaca. Se sabe que el objetivo principal de COVID-19 son los pulmones, sin embargo, también puede tener efectos perjudiciales en el sistema cardiovascular.
Un estudio en China encontró que COVID-19 causa una lesión cardíaca aguda en aproximadamente el 8,0% de los pacientes, lo que genera preocupación para aquellos que tienen una afección cardíaca o metabólica preexistente. La lesión cardíaca puede presentarse como arritmias comunes, miocarditis, shock cardiogénico y/o insuficiencia cardíaca. En el 25% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 se ha detectado lesión miocárdica asociándose con un mayor de mortalidad. El infarto agudo al miocardio ocasionado por SARS-Cov-2 incrementa el riesgo de lesión cardiaca conduciendo a un pronóstico negativo.
El sistema cardiovascular se ve afectado de varias formas por infección de SARS-Cov-2. Los virus causan inflamación pericárdica por mecanismos citotóxicos directos o inmunomediados, desarrollando pericarditis, derrame pericárdico y taponamiento. A su vez, en el sistema cardiovascular cuando los niveles de ECA-2 (enzima convertidora de angiotensina 2) se encuentran elevados permiten la invasión viral directa, asimismo, la respuesta inmunológica y citocinas ocasionan la inflamación del músculo cardiaco, interfiriendo con el sistema de conducción y capacidad de bombeo del corazón, dando lugar a arritmias y paro cardiaco.
Diversos hallazgos durante la necropsia de pacientes con COVID-19 mostraron evidencia de enfermedad cardíaca crónica, incluida hipertrofia miocárdica, aterosclerosis arterial coronaria de leve a grave y fibrosis miocárdica focal. Se encontró que el infarto agudo de miocardio era una causa concomitante de muerte en el 21,4 % de los pacientes, y una hipertrofia cardíaca significativa estaba presente en el 7,1 % de los pacientes con amiloidosis cardíaca.
En un estudio realizado en 100 pacientes con COVID-19 se encontró que entre 60 y 78% de los pacientes mostraron inflamación y daño miocárdico después de dos meses del diagnóstico.
Otro estudio, en el que se analizaron datos médicos del Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos de más de 153.000 veteranos con antecedentes de infección por covid-19 se encontró que las personas que tuvieron una infección por coronavirus tenían más probabilidades de tener síntomas como enfermedad cardíaca inflamatoria, insuficiencia cardíaca, arritmia, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y coágulos a largo plazo. Las personas con infecciones previas de covid-19 tenían más del 60% más de probabilidades de desarrollar cualquier problema cardíaco.
También se encontró que las personas que habían sido tratadas en la UCI tenían el mayor riesgo de enfermedad cardiovascular después de la recuperación. Este riesgo de problemas también se encontró en todas las edades, sexos, razas y factores de riesgo cardíaco como fumar, presión arterial alta y obesidad. Las personas con antecedentes de infección por covid-19 tenían más de cinco veces más probabilidades de desarrollar miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) un año después.
Covid-19 es una enfermedad que ha afectado a millones de personas alrededor del mundo. Se caracteriza por afectar principalmente al sistema respiratorio, sin embargo, también se ha visto que puede afectar diversos órganos del cuerpo. El sistema cardiovascular, es uno de los que más resultan afectados pues esta infección puede ocasionar la aparición de diversas afecciones cardiacas o bien agravar las ya existentes. Aunque algunas afectaciones al corazón no son evidentes inmediatamente se ha encontrado que pueden aparecer incluso después de haberse recuperado.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
Pollard, C. A., Morran, M. P., & Nestor-Kalinoski, A. L. (2020). The COVID-19 pandemic: a global health crisis. Physiological genomics, 52(11), 549–557.
Silva Andrade, B., et al. (2021). Long-COVID and Post-COVID Health Complications: An Up-to-Date Review on Clinical Conditions and Their Possible Molecular Mechanisms. Viruses, 13(4), 700.
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