Las dietas vegetarianas se basan principalmente en el consumo de alimentos de origen vegetal, como lo son verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, y se evita el consumo de alimentos de origen animal como la carne, las aves, la caza silvestre, los mariscos y sus derivados. Las dietas vegetarianas pueden o no incluir huevos y productos lácteos.
Las dietas vegetarianas han tomado gran popularidad porque cumplen con las recomendaciones de dieta saludable y, por ello, se consideran como un patrón dietético saludable. La parte negativa de este patrón dietético es una ingesta deficiente de ciertos nutrimentos como hierro y vitamina B12. Los ácidos grasos Ω-3 de cadena larga, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), son más bajos en los vegetarianos y generalmente están ausentes en los veganos.
Los alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, cereales, nueces y semillas, legumbres y aceites vegetales) son la principal fuente de fibra y otros compuestos bioactivos en la dieta. En particular, los bioactivos vegetales, como la fibra, los compuestos de azufre, los carotenoides y los polifenoles, presentes en alimentos como las verduras crucíferas, los tomates, el té verde y los cereales integrales, tienen propiedades anticancerígenas bien conocidas. Por lo tanto, es probable que los alimentos de origen vegetal ejercen efectos antiinflamatorios y antioxidantes contra el desarrollo del cáncer. Por lo tanto, mientras que una dieta poco saludable es un factor de riesgo establecido para varios tipos de cáncer, comer alimentos de origen vegetal se ha asociado con un riesgo reducido de cáncer.
Los alimentos de origen vegetal se han asociado con resultados de mortalidad por cáncer, sin embargo, se ha demostrado que los compuestos bioactivos de estos alimentos tienen efectos anticancerígenos. Por ejemplo, se ha demostrado que un alto consumo de fibra y polifenoles de los cereales reduce el riesgo de mortalidad por cáncer. Los ácidos fenólicos son antioxidantes con actividad de eliminación de radicales libres. Los radicales libres influyen tanto en el desarrollo del cáncer como en el tratamiento del cáncer, debido a que los medicamentos contra el cáncer generan especies reactivas de oxígeno por sí mismos. Es por ello que es importante neutralizar sus efectos dañinos para reducir la mortalidad y los efectos secundarios en pacientes con cáncer. Otros metabolitos, como los ácidos grasos de cadena corta, también juegan un papel importante en el mantenimiento de la integridad intestinal y la homeostasis inmune, para prevenir el desarrollo de tumores.
Llevar un patrón de alimentación vegetariano es más que una moda, pues se ha demostrado que un consumo de verduras, frutas, granos integrales, aceites vegetales, etc. brindan grandes beneficios a la salud, pues intervienen tanto en la prevención como en el tratamiento del cáncer.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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