El té es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial. Los componentes de esta bebida se han asociado con diferentes beneficios para la salud. Existen muchas variedades de té, entre ellas el té blanco. El té blanco es uno de los seis tipos de té originarios de Fujian, China. Se ha popularizado por sus beneficios para la salud. El té blanco ha mostrado tener diversas propiedades, entre ellas funcionar como antioxidante y antiinflamatorio.
Los principales componentes del té incluyen proteínas, polisacáridos, polifenoles, minerales, oligoelementos, aminoácidos, ácidos orgánicos, ligninas y metilxantinas como la cafeína, teofilina y teobromina. Los principales compuestos fenólicos encontrados en las hojas de té son las catequinas. Diversos estudios han demostrado que el té blanco tiene concentraciones más altas de polifenoles, catequinas, cafeína, ácido gálico, teobromina, epigalocatequina, epicatequina 3-galato y epigalocatequina 3 galato en comparación con el té verde.
El té blanco posee una gran propiedad antioxidante. Es posible que esta actividad antioxidante esté relacionada con las grandes concentraciones de componentes que tiene. Esta característica ayuda a prevenir el daño ocasionado por los radicales libres. Por tanto, el consumo de esta bebida ayuda a la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, trastornos neurodegenerativos y algunos tipos de cáncer. No obstante, no solo ayuda a la prevención de estas enfermedades, sino que también ayuda a disminuir su progresión.
Los antioxidantes naturales, contenidos en el té, como los compuestos polifenólicos tienen la capacidad de inhibir la oxidación de lípidos y reducir el progreso de la aterosclerosis y la trombosis. El efecto cardioprotector del té no sólo proviene de sus propiedades antioxidantes, sino que también, tiene actividades anti-trombogénicas, antiinflamatorias, vasculoprotectoras y reductoras de lípidos, además de mejorar la velocidad del flujo coronario. Las catequinas del té ayudan en la reducción de la absorción del colesterol en el intestino, reducen la solubilidad del colesterol y mejoran la excreción fecal de colesterol y lípidos totales. Otros componentes del té, como la quercetina y L-teanina, reducen la presión arterial en animales y humanos, por lo tanto, reducen el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Del mismo modo, se ha encontrado que el té blanco posee beneficios en cuanto a diabetes mellitus. Estos beneficios se le atribuyen a la epigalocatequina 3 galato. Este componente ha mostrado ayudar a disminuir las concentraciones de glucosa sanguínea y disminuir el estrés oxidativo, este último, se ha relacionado con la aparición de diabetes insulinodependiente y la no insulinodependiente. El té blanco puede manifestar un efecto antidiabético al reducir el estrés oxidativo y la hiperlipidemia seguida de la resistencia a la insulina.
Una de las principales enfermedades que ha afectado a parte de la población mundial es el cáncer. Esta afección es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Existen diversos factores que intervienen en su aparición, entre ellos tabaquismo, mala alimentación, factores genéticos, entre otros. El estrés oxidativo es uno de los factores involucrados en el desarrollo del cáncer. Los polifenoles encontrados en el té ayudan a prevenir el daño al ADN ocasionado por el estrés oxidativo. La epigalocatequina 3 galato, tiene actividades antimutagénicas y antiinflamatorias, que evitan el daño al ADN de la célula, evitando la aparición del cáncer. Estudios hechos en animales han demostrado que los polifenoles encontrados en el té inhiben la angiogénesis, metástasis y proliferación celular y favorecen la destrucción de células cancerígenas.
La obesidad es un problema de salud que ha aumentado exponencialmente en los últimos años a nivel mundial. Se conocen diversos factores genéticos y ambientales que pueden predisponer al aumento de peso, pero la causa principal de la obesidad es un desequilibrio entre la ingesta dietética y el gasto energético. Algunos estudios han señalado que la ingesta de catequinas provenientes del té, en conjunto con la práctica de ejercicio regular, ayuda a disminuir la obesidad ocasionada por una mala alimentación. Los beneficios del té en la obesidad es que estimula el metabolismo de los lípidos hepáticos; inhibe de lipasas (enzimas que ayudan a la formación de ácidos grasos libres); estimula la termogénesis; modula el apetito; y un efecto sinérgico con cafeína. El té representa una alternativa más natural y segura, accesible y asequible, para prevenir la obesidad.
El té es una bebida de consumo común a nivel mundial. Esta bebida ha estado presente desde hace muchos años. Su consumo se ha popularizado debido a los diversos beneficios que brinda a la salud. Estos beneficios se dan principalmente por sus componentes. Entre los diferentes tipos de té, se encuentra el té blanco. Este té ha demostrado ayudar en la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes o cáncer, e incluso ayuda a disminuir el aumento de peso. El té supone una buena opción para el consumo de líquidos necesarios para mantener la salud.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
Valenzuela B., Alfonso. (2004). EL CONSUMO TE Y LA SALUD: CARACTERÍSTICAS Y PROPIEDADES BENEFICAS DE ESTA BEBIDA MILENARIA. Revista chilena de nutrición, 31(2), 72-82.
Dias, T. R., Tomás, G., Teixeira, N. F., Alves, M. G., Oliveira, P. F., & Silva, B. M. (2013). White Tea (Camellia Sinensis (L.)): Antioxidant Properties and Beneficial Health Effects.
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