El ayuno, como es bien conocido, es la abstinencia de alimentos por un prolongado periodo de tiempo. El ayuno intermitente es una práctica voluntaria que no debe confundirse con alguna afección patológica como inanición o una deficiencia nutricional involuntaria. El ayuno intermitente de 18 horas consiste en comer por un periodo de 6 horas y abstenerse del consumo de alimentos por 18 horas. Se cree que este método, en caso de aplicarse diariamente, sugiere una forma de evitar ganar peso y reducir el riesgo de cáncer, diabetes y enfermedades cardiacas.
Durante el ayuno, se produce la alteración de diversos mecanismos metabólicos. Después de 12 a 36 horas de ayuno, el cuerpo entra en una fase denominada “cetosis” que se caracteriza por una disminución en las concentraciones séricas de glucosa, reducción de glucógeno en el hígado y la producción hepática de cuerpos cetónicos provenientes de las grasas y brindan energía al cerebro. Después de días de haber comenzado con el ayuno, las cetonas se vuelven la fuente principal energética del cerebro. Del mismo modo, las cetonas, sirven de fuente de energía para los músculos. Las cetonas también ayudan a estimular la producción y supervivencia de las neuronas y aumentan su resistencia a lesiones y enfermedades. Asimismo, durante el ayuno es inducida la producción de una proteína relacionada con el metabolismo de los hidratos de carbono y ácidos grasos.
El ayuno tiene la capacidad de reducir la producción de factores relacionados con la aparición de la inflamación. También influye en la producción y degradación celular relacionada con la destrucción de células cancerosas. Durante este tiempo se eleva otra proteína que limita el consumo de nutrientes y promueve la autofagia, vinculados con la mejora de la salud y el aumento de la longevidad. Se alteran actividades hormonales (leptina, adiponectina y grelina) que podrían resultar positivas para el mantenimiento de las vías neuronales y brindar energía a las neuronas.
Se ha observado que durante el ayuno intermitente se encontraba una mayor cantidad de aminoácidos (proteínas) en comparación con lípidos (grasas). En cuanto al reloj circadiano muscular, se encontró que este no presentaba ninguna alteración durante el ayuno. Por lo que se cree que las alteraciones en el reloj y los metabolitos musculares se afectan más por el consumo de alimentos que por la restricción de ingesta alimentaria.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
Canicoba, M. (2020). Aplicaciones clínicas del ayuno intermitente. Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo, 3(2), 87–94.
Reinl, J. (2019, 27 diciembre). Ayunar durante 18 horas diarias ayuda a tener una vida más longeva. Anadolu Agency.
de Cabo, R., & Mattson, M. P. (2019). Effects of Intermittent Fasting on Health, Aging, and Disease. New England Journal of Medicine, 381(26), 2541–2551.
Méndez, R. (2020, 29 septiembre). Esto es lo que le pasa a tu cuerpo con solo una semana de ayuno intermitente. El Español.
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