Alimentos procesados y el riesgo de padecer obesidad

Durante las últimas décadas los hábitos de alimentación han cambiado. Dentro de estos cambios se encuentra el aumento del consumo de alimentos ultra procesados a nivel mundial, desplazando a los alimentos frescos. Los alimentos ultra procesados son aquellas formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de alimentos o sintetizadas en laboratorios como colorantes o saborizantes, que generalmente tienen poco o nada de alimentos integrales. Se caracterizan principalmente por tener una baja calidad nutricional. Generalmente son alimentos listos para el consumo, tienen un precio relativamente bajo, son sabrosos y densos en energía, y tienen un empaque atractivo.

El consumo de alimentos ultra procesados representa uno de los factores de mortalidad por enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, cáncer y diabetes) a nivel mundial. Hay evidencia que indica que una mayor ingesta de este tipo de alimentos se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, obesidad, entre otros trastornos de la salud.  

Cada aumento del 10% en el consumo de alimentos ultra procesados en la ingesta diaria de calorías se ha asociado con un riesgo 15% mayor de mortalidad por todas las causas. En un estudio realizado con 19 899 participantes se encontró que el consumo de cada porción adicional de alimentos ultra procesados se asoció con un aumento del 18 % en la mortalidad por todas las causas.

Una razón para el desarrollo de enfermedades no transmisibles y el riesgo de mortalidad entre las personas que consumen UPF son sus características nutricionales. Los bajos micronutrientes, la densidad de vitaminas y la fibra, y las altas cantidades de energía, grasas saturadas, sal y azúcar agregada hacen que estos alimentos sean nutricionalmente pobres. Además de su bajo valor nutricional, los UPF contienen compuestos nocivos para la salud, incluidos bisfenoles, ftalatos, aminas heterocíclicas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, furanos y otros producidos durante el procesamiento y el envasado. Estas características se han relacionado con varias ENT, las principales causas de muerte.

El riesgo de mortalidad por todas las causas asociado con el consumo de alimentos ultra procesados depende de varios factores. Este tipo de alimentos provocan un consumo en exceso debido a la alta densidad energética con la que cuentan y que ocasiona una menor saciedad. Este consumo excesivo involuntario se ha asociado con un mayor riesgo de mortalidad. La mayoría de los alimentos procesados contienen altas cantidades de sal, la cual se ha asociado con un mayor índice de mortalidad y enfermedades cardiovasculares. Asimismo, contienen azúcares añadidos, contribuyendo al consumo excesivo generando, de igual modo, un riesgo de mortalidad cardiovascular. Los alimentos ultra procesados tienden a ser bajos en fibra, sin tomar en cuenta que el consumo de fibra se ha asociado con un menor riesgo de mortalidad.

Los patrones dietéticos que incluyen un alto contenido de vegetales, frutas, legumbres, nueces, granos integrales, aceites vegetales insaturados y pescado y un bajo contenido de carnes rojas y procesadas, lácteos altos en grasa y carbohidratos refinados se relacionan con una disminución del riesgo de mortalidad.

El consumo de este tipo de alimentos se asocia con la prevalencia de complicaciones crónicas, como obesidad, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y cáncer y, en consecuencia, con el riesgo de mortalidad por todas las causas. La evidencia sugiere que el consumo de productos ultra procesados caracterizados por una baja calidad nutricional y un alto contenido calórico contribuye de manera negativa a una dieta poco saludable, elevando el riesgo de mortalidad por todas las causas como un factor de riesgo sustancial.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Suksatan, W., Moradi, S., Naeini, F., Bagheri, R., Mohammadi, H., Talebi, S., Mehrabani, S., Hojjati Kermani, M. A., & Suzuki, K. (2021). Ultra-Processed Food Consumption and Adult Mortality Risk: A Systematic Review and Dose–Response Meta-Analysis of 207,291 Participants. Nutrients, 14(1), 174.

Romero Ferreiro, C., Martín-Arriscado Arroba, C., Cancelas Navia, P., Lora Pablos, D., & Gómez De La Cámara, A. (2021). Ultra-processed food intake and all-cause mortality: DRECE cohort study. Public Health Nutrition, 1–10. 

 

 

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