Desde hace muchos años se han utilizado las plantas como opción de tratamiento para distintas enfermedades. El Ginkgo biloba es una de estas plantas. Ha sido utilizada durante más de 2000 años en China y otras partes del mundo para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares y cáncer. También ha mostrado tener propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antienvejecimiento. Sin embargo, también se han reportado efectos genotóxicos y carcinogénicos debido a su consumo, lo que hace sospechar que podría estar relacionado con el desarrollo y progresión de enfermedades como el cáncer.
Esta planta se ha empleado en el tratamiento de insuficiencia circulatoria cerebral, vértigo, tinnitus, problemas emocionales y afectivos, secuelas de accidentes cerebrovasculares, traumatismo craneoencefálico, síndrome de Raynaud, disminución de la memoria, estado de alerta y atención, isquemia cerebral, fibrosis pulmonar, demencia, Alzheimer, asma, tuberculosis, problemas de la piel, molestias estomacales, bronquitis, pérdida de la audición, arteriosclerosis y diabetes mellitus. En diversos experimentos ha demostrado tener actividad apoptótica y antiproliferativa en modelos de cáncer in vivo e in vitro. Asimismo, ha demostrado tener efecto quimiopreventivo en cáncer gástrico inducido en roedores. Se cree que estos efectos son debido a la presencia de flavonoides y terpenos.
El ginkgo biloba cuenta diversos componentes responsables de sus efectos terapéuticos. Entre los compuestos químicos que se han identificado se encuentran flavonoides como quercetina, kaempferol, e isorhamnetina; terpenoides como bilobalide y ginkgolides; bioflavonoides como ginkgetin, sciadopitysin e isoginkgetina; así como ácidos orgánicos como ácido ginkgolic.
Las semillas de ginkgo biloba contienen altos niveles de vitamina C, carbohidratos, riboflavina, proteínas y otros nutrientes. Se cree que las nueces de ginkgo ofrecen beneficios para la salud, como la prevención del cáncer y el tratamiento de enfermedades neurológicas. Las semillas de G. biloba también se usan como suplementos médicos para la prevención de la fiebre, la tos y la producción de esputo, así como para tratar trastornos de la piel, gonorrea, dolor de muelas y vejiga hiperactiva. Las semillas se recomiendan comúnmente como un alimento funcional para la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
La presencia de ginkgolic y ácidos que inducen alergias, como ginkgotoxina, pueden provocar deficiencias de vitamina B6 y otros efectos secundarios no deseados, lo que evita que los productos de G. biloba se conviertan en alimentos cotidianos.
El ginkgo biloba puede servir como sustituto natural y opción complementaria para el tratamiento de diversos síntomas, trastornos y patologías. Esto es gracias a los diversos componentes que le brinda las diferentes propiedades ya conocidas. Sin embargo, aún se siguen estudiando las dosis en las que puede resultar su consumo pues se han registrado efectos adversos relacionados con su ingesta.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
Noor-E-Tabassum, Das, R., Lami, M. S., Chakraborty, A. J., Mitra, S., Tallei, T. E., Idroes, R., Mohamed, A. A., Hossain, M. J., Dhama, K., Mostafa-Hedeab, G., & Emran, T. B. (2022). Ginkgo biloba: A Treasure of Functional Phytochemicals with Multimedicinal Applications. Evidence-based complementary and alternative medicine : eCAM, 2022, 8288818.
Pascual Mathey, L. I., Juárez Aguilar, E., Locia Espinoza, J., Molina Jimenez, T., & Acosta Hernández, M. E. (2018). Usos terapéuticos del Ginkgo biloba: ventajas, desventajas y perspectiva. Revista Médica de la Universidad Veracruzana, 18(2), 67–83.
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