¿Qué es el Síndrome alcohólico fetal?

El alcohol es una de las sustancias más consumidas a nivel mundial. En México, la población masculina es la que lo consume mayormente. Tanto mujeres como hombres entre 18 y 29 años conforman los niveles más altos de consumo. El consumo de alcohol entre las jóvenes afecta el ciclo menstrual, crecimiento, maduración y el embarazo adolescente. Cerca del 20% al 65% de las mujeres han indicado que ingieren alcohol durante la gestación y cerca del 5% al 10% consumen cantidades que pueden poner en riesgo la salud del feto.  Es importante destacar que tanto el consumo diario como esporádico de esta sustancia implica un riesgo para el feto.

La exposición del feto al alcohol puede contribuir a presentar diversos problemas como aborto espontáneo, desprendimiento prematuro de la placenta, parto prematuro, amniotis, muerte fetal, muerte súbita fetal, bajo peso al nacer, así como el síndrome alcohólico fetal. El síndrome alcohólico fetal, de acuerdo con Jones (1968) y Smith (1973) que acuñaron este término; consiste en una serie de alteraciones físicas y cognitivas en niños cuyas madres consumieron alcohol durante el embarazo. Este se considera la causa más importante de deficiencia mental con etiología conocida. Existen estudios que indican que un solo trago al día, durante la etapa del embarazo, pone al bebé en riesgo de presentar retraso en el crecimiento y defectos relacionados con el alcohol.

El alcohol es capaz de atravesar la placenta de manera rápida y llega al feto. El etanol y su metabolito principal el acetaldehído alteran el desarrollo del feto ya que interrumpe la diferenciación celular, el crecimiento, altera el ADN y la síntesis de proteínas, así como también inhibe la migración celular. Además, modifican el metabolismo intermediario de hidratos de carbono, proteínas y grasas, disminuyen la transferencia de aminoácidos, glucosa, ácido fólico, zinc y otros nutrientes hacia la placenta, lo cual se ve reflejado en la afectación del crecimiento del feto a consecuencia de la deficiencia de nutrientes intrauterinos.

Existen diversos signos y síntomas que pueden ayudar a identificar este síndrome. Al nacer existe talla baja, microcefalia, microftalmia, hendiduras palpebrales cortas, epicanto, región facial media pequeña o plana, surco nasolabial plano y alargado, labio superior delgado y micrognatia, surcos palmares anormales, defectos cardíacos y contracturas articulares. Después del nacimiento se presentan déficit cognitivos como discapacidad intelectual grave. También se puede llegar a presentar estrabismo, puente nasal bajo o aplanado, anomalías menores en orejas, nariz corta, alas de nariz pequeñas, afectación en las piezas dentales, fisura palatina, entre otras.

No existe un tratamiento para este síndrome. Un tratamiento sintomático, acompañado de una buena nutrición es importante. Algunos niños necesitarán de apoyo para el aprendizaje en la escuela.

No se sabe con certeza en qué momento del embarazo el alcohol tiene una mayor probabilidad de dañar al feto, o si hay algún límite de consumo de alcohol que sea seguro. Por ello se debe recomendar a las mujeres embarazadas que eviten el consumo de esta bebida o alguna que lo contenga.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Hernández-Antonio, A., Sánchez-Sánchez, M., Pérez-Cervera, Y., Sosa-Velasco, T. A., & Marcos-Melgar, J. A. (2017). Síndrome alcohólico fetal. Avances en Ciencia, Salud y Medicina, 4(1), 22–25.

Montoya Salas, K. (2011). SÍNDROME ALCOHÓLICO FETAL. Medicina Legal de Costa Rica, 28(2), 51–55.

Manuales MSD. (2018, diciembre). Síndrome alcohólico fetal. Manual MSD versión para profesionales. 

 

 

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