Las enfermedades cardiovasculares (ECV) representan una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial entre ellas el ataque cardiaco. El ataque cardiaco o infarto agudo al miocardio o comúnmente llamado infarto, es la muerte de las células del corazón por falta de flujo sanguíneo a causa de una obstrucción o estrechez de las arterias coronarias. Esto puede generar un deterioro en la función cardiaca y generar un riesgo de desarrollar arritmias.
Existen diversos factores de riesgo como sexo, edad, historia familiar, tabaquismo, dislipidemias, diabetes mellitus, hipertensión, obesidad, sedentarismo, mala higiene bucal, enfermedad vascular periférica, consumo de cocaína, anomalías en la arteria coronaria, hipertiroidismo, anemia, entre otros. Entre los síntomas se encuentran aturdimiento, ansiedad, tos, sensación de asfixia, diaforesis (sudoración excesiva), sibilancias, frecuencia cardiaca irregular, dolor en el brazo, entre otros.
La dieta es un factor primordial en el desarrollo y prevención de las ECV. Se ha demostrado que el consumo de alimentos de origen vegetal como legumbres disminuye el riesgo de ECV. Las legumbres como frijoles, lentejas y garbanzos contienen potasio, calcio, magnesio y fibra.
Algunos estudios han avalado que los nutrimentos encontrados en el frijol como fibra, folato, magnesio y cobre, se asocian con un menor riesgo de ECV. En una investigación se encontró que una ingesta de leguminosas puede resultar un punto clave en el tratamiento nutricional para la prevención de cardiopatía coronaria.
Se ha encontrado que el consumo de nueces y legumbres se relaciona con una baja incidencia de enfermedad cardiovascular isquémica, infarto y diabetes, además, de que el consumo de al menos 100 g de legumbres a la semana disminuyó hasta en un 14% el riesgo de ECV.
En una investigación realizada en mujeres japonesas, se demostró que un alto consumo de soya (isoflavonas) se asoció con una disminución en el riesgo de presentar infarto cerebral o infarto al miocardio, esta reducción se evidenció más en mujeres posmenopáusicas. Del mismo modo, se ha hallado que el consumo de frijoles, una porción al día se relaciona con una disminución del 38% de infarto al miocardio en la población de Costa Rica.
Las legumbres, gracias a los múltiples beneficios a la salud otorgados por su contenido en nutrientes y fibra ayudan en la prevención de diversas patologías. Se ha comprobado que su consumo disminuye el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular entre las que se encuentra el ataque cardiaco.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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