En países como Suiza el clasificar la basura se ha convertido prácticamente en una obligación, ya que si no lo haces, pagas por ello.
México es uno de los países en el que su población está menos concientizada en cuestión de basura. Vemos a la gente dándole poca importancia a la clasificación de la misma, y muchos aún ni siquiera toman conciencia sobre tirar la basura en su lugar…
Gran porcentaje de la población mexicana (y de América Latina) aún no cuenta con una correcta educación en temas de medio ambiente, ni está bien informado sobre las consecuencias que tiene el no seccionar la basura, como son: problemas de salud, graves impactos ambientales, contaminación, inundaciones y problemas de imagen urbana.
De acuerdo con GreenPeace, en México se producen cada día más de 100,000 toneladas de basura doméstica, lo que equivale a cerca de 37,000,000 de toneladas anuales de residuos sólidos urbanos, y lo único que se hace con ella es ponerla en tiraderos, rellenos sanitarios e incineradores, escondiendo el problema, y por ende generando más problemas a futuro no muy lejano.
Todo el problema, entonces, inicia desde casa; incluso desde nuestras mentes… se requiere generar consciencia.
El ejemplo de Suiza en este tema, abarca desde que ellos tienen por separar todo aquello que puede ser clasificado, por ejemplo: un sobre de té tienen que cortarlo, separando el residuo orgánico, la bolsita, el hilo y hasta la grapa… ¿te parece una exageración? Lo veremos en unos 30 años… y aquél que no desee hacerlo, tiene que pagar por tirar la basura sin haberla separado.
¿Cómo comenzar a separarla entonces?
Te damos unos tips.
1.- Orgánicos: todo lo natural y biodegradable, como restos de verdura, hortalizas, frutas, cascarón de huevo, restos de café y té (incluidos los filtros de papel), huesos, así como residuos de jardinería como hojas y ramas.
2.- Inorgánicos reciclables: cualquier cosa que puede reutilizarse, como el papel y cartón, plásticos, vidrio, metales, ropa y diversos textiles, envases multicapa (tetrapack).
3.- Inorgánicos no reciclables: desechos como toallas sanitarias, curitas, poliestireno expandido (unicel), bolsas de fritura, calzado y colillas de cigarro.
4.- Manejo especial y voluminosos: electrónicos y electrodomésticos, como televisores, computadoras, celulares, colchones, muebles rotos, refrigeradores y lavadoras.
Para poderla separar de manera eficiente, puedes comenzar con tener 4 contenedores de diferentes colores o con etiquetas para que la familia se vaya acostumbrado a ellos y poder comenzar cuanto antes.
¿Qué beneficios nos va a traer todo esto a corto, mediano y largo plazo?
– Disminuirán las emisiones de Co2 = aire más limpio.
– Aunque no lo creas, en México aún hay gente que se gana la vida como pepenadores, y debido a que todavía no tenemos una cultura que separe la basura, el hecho de mandárselas bien separada y lo más limpia posible, les ayuda muchísimo en su trabajo diario, los protege de contraer infecciones de diferentes tipos y les da un poco de mejor calidad de vida. ¿No te gustaría que a ti te mandaran tu material de trabajo listo para procesar? *Dale una enjuagadita siempre a las envases y latas de todo tipo.
– Se incrementa el acopio de materiales reciclables: esto ayuda a que la mayor parte de la basura inorgánica sea procesada y reutilizada. La intención es evitar que lo aprovechable se convierta en basura, pues una vez que los desechos se revuelven, es más difícil reutilizarlos. Mejora económica en varios niveles.
– Se puede generar composta orgánica con los residuos de comida y devolverle nutrientes y calidad a nuestra tierra que nos provee de sustento.
Así que ya sabes: si vuelves a escuchar la típica frase de “¿para qué separar la basura si no sirve de nada?”, ayúdale a esa persona a informarse mejor.
Recuerda que la verdadera solución no está en separar la basura, sino en NO GENERARLA.
No compres popotes, trastes desechables de todo tipo, lleva tus bolsas reusables al súper y evita gastar aún más plásticos, carga siempre tu botella libre de BPA o de vidrio para beber agua (no compres botellitas con agua o bebidas para refrescarte) para rellenarla las veces que así lo necesites.
Si analizamos los materiales con que está fabricado cada uno de los productos que usamos, podemos ver que todos provienen de recursos naturales: los plásticos del petróleo; vidrio, de algunos minerales; latas, del aluminio (minas); papel, principalmente de árboles. Además, en su proceso de fabricación se emplean más recursos como el agua y la energía eléctrica, entre otros. Por tanto, cuando nos deshacemos de lo que consideramos basura, en realidad tiramos recursos naturales que ocuparon más recursos naturales para ser convertidos en lo que actualmente son. De ahí la necesidad de reducir el consumo y prolongar lo más que se pueda el uso de los productos, siendo una forma de hacerlo el separar desechos sólidos para que sean reutilizados en la fabricación de otros productos.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
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