Enfermedad autoinmune: genes, infección, ambiente e intestino

Por el Dr. Thomas Campbell.

¿Que significa autoinmune?

Significa que el cuerpo tiene una reacción del sistema inmune a sustancias presentes en el cuerpo naturalmente; “se ataca a sí mismo”.
Esto puede suceder en la mayoría de los tejidos del cuerpo y, en consecuencia, hay más de 80 enfermedades autoinmunes que han sido nombradas y descritas. Muchas enfermedades autoinmunes son raras y han sido sujeto de investigaciones muy limitadas. La tabla 1 enumera un pequeño ejemplo de algunas de estas enfermedades más comunes.

Tabla 1. Pequeña muestra de enfermedades autoinmunes (de más de 80).

Tiroides: tiroiditis de hashimoto.

Articulaciones/piel: psoriasis, vitíligo, artritis reumatoide, espondilitis anquilosante.

Sistema nervioso central: esclerosis múltiple.

Páncreas: diabetes tipo 1, enfermedad de crohn anquilosante.

Tracto gastrointestinal: colitis ulcerativa, enfermedad celíaca.

De manera colectiva, a pesar de que muchas condiciones individuales son muy raras, las enfermedades autoinmunes como grupo son muy comunes, afectando quizás del 7 al 10% de la población, siendo las mujeres comúnmente las más afectadas. Y parece que la prevalencia de la enfermedad autoinmune está en aumento. Las enfermedades autoinmunes pueden ser muy difíciles de diagnosticar y a menudo se presentan con síntomas vagos e inespecíficos como fatiga, dolores extraños, o erupciones cutáneas. Dada la prevalencia, junto con la falta de entendimiento científico y los síntomas imprecisos, las enfermedades autoinmunes se han convertido en un “término comodín” en la mente del público. Si una enfermedad no es diagnosticada y se compone de una colección de síntomas que no son específicos, la gente naturalmente se preguntará si es “autoinmune”.

La enfermedad autoinmune es complicada, extremadamente complicada. En mi lectura de literatura, hay varios factores interrelacionados que podrían afectar el riesgo de una enfermedad autoinmune:

1. Genes.
2. Infecciones.
3. Factores ambientales (incluyendo la alimentación, la exposición al sol y el uso de tabaco).
4. Salud intestinal (que incluye las bacterias que viven en tu intestino y su actividad).

Exploremos cada uno de esos factores brevemente para ilustrar por qué cada uno de ellos es importante.

GENES

Muchos de los pacientes que he conocido creen que la enfermedad autoinmune está 100% “en los genes”, particularmente esos pacientes con familiares que están afligidos. Sucede que los genes importan un poco para algunas enfermedades autoinmunes, pero no son importantes para otras.

Parece que cuanto más investigación genética se ha hecho para una enfermedad, más regiones de nuestros genes parecen estar involucrados en el riesgo. Los genes de los antígenos leucocitarios humanos (HLA, human leukocyte antigen) son particularmente prominentes, así mismo los invasores extraños. Por ejemplo, todos los pacientes celíacos tienen uno o dos genes HLA pese a que otros genes pueden estar involucrados.

La tabla 2 muestra datos  resumidos de estudios gemelos idénticos. Los gemelos idénticos, por supuesto, son hermanos con exactamente los mismos genes. Para aquellos gemelos en los que uno de los hermanos tiene la enfermedad, la probabilidad  de que el otro también la tenga se llama “concordancia”.

Tabla 2. Concordancia autoinmune entre gemelos idénticos.

ENFERMEDAD

CONCORDANCIA
(% de gemelos donde ambos contraen la enfermedad)

Diabetes tipo 1

13-47%

Esclerosis múltiple

0-50%

Enfermedad celíaca

60-75%

Enfermedad tiroidea autoinmune

17-22%

Psoriasis

35-64%

Enfermedad de crohn

20-50%

Colitis ulcerativa

6-18%

Lupus

11-40%

Artritis Reumatoide

0-21%

Espondilitis anquilosante

50-75%

Algunas condiciones, como la enfermedad celíaca y la espondilitis anquilosante parecen tener fuertes componentes genéticos. Pero la mayoría de las enfermedades autoinmunes solo aparecen en ambos gemelos en una minoría de gemelos idénticos. El riesgo de adquirir condiciones autoinmunes como esclerosis múltiple, lupus, artritis reumatoide, colitis ulcerativa y diabetes tipo 1, claramente deben estar fuertemente afectadas por algo más que los genes.

En otras palabras, para muchas de estas condiciones autoinmunes, el tener genes de alto riesgo puede ser una razón necesaria, pero no suficiente, para que cada persona contraiga la enfermedad. Es algo más que los genes.

INFECCIONES

No debería ser una sorpresa que ciertas infecciones están vinculadas a algunas enfermedades autoinmunes. ¿Qué hace tu cuerpo en respuesta a las infecciones? Acelera el sistema inmune para combatir a los invasores. En algunos casos, las infecciones pueden reducir el riesgo de enfermedad autoinmune y, en otros, pueden causarla.

Sin embargo las infecciones pueden ser perjudiciales. Varias enfermedades autoinmunes han sido vinculadas a infecciones específicas. A veces, parece que la infección crónica y la inflamación de un invasor viral o bacteriano pueden precipitar en realidad la confusión del sistema inmunológico en algún momento, desencadenando el inicio del proceso autoinmune.

¿Cómo funciona?

Sabemos que parte de estas infecciones se parecen mucho a algunas células de partes de nuestro cuerpo. Cuando el sistema inmunológico ataca la infección, puede reaccionar de forma cruzada y atacar partes similares de nuestro propio cuerpo, no siendo capaz de distinguir entre el invasor y “él mismo”. Esto se llama imitación molecular. En cierto sentido, las moléculas se imitan entre sí. Por ejemplo: esto puede suceder cuando la bacteria que causa la infección de garganta por el estreptococo (streptococcus pyogenes), conduce a la reacción cruzada el sistema inmune con el músculo cardíaco, causando fiebre reumática. Hay decenas de vínculos entre varias condiciones autoinmunes y virus o bacterias.

Ambiente

Sí, hay un importante componente genético y las infecciones podrían desempeñar un papel importante, ¿Las enfermedades autoinmunes son simplemente la “suerte del sorteo” de las enfermedades? No. esto no es claramente el panorama completo, basado en datos relacionados con otras exposiciones ambientales.

Las tasas de esclerosis múltiple, varían ampliamente en todo el mundo. Hay una exposición ambiental que importa.  Por medio ambiente, me refiero a las exposiciones relacionadas con la comida, el ejercicio, el tabaquismo, el clima, los químicos ambientales, los rayos X o básicamente, cualquier cosa a la que estemos expuestos.

Cuando te digo que cuanto más lejos está una población de la línea ecuatorial, más alta es la tasa de esclerosis múltiple, ¿cómo le das sentido a eso? ¿Qué tal el hecho de que si naciste en noviembre tienes una tasa inferior de MS y si naciste en mayo tienes un riesgo ligeramente mayor de contraer MS de lo que, de otro modo, se esperaría por casualidad? ¿Cómo están conectados estos hechos? ¿El clima frío de alguna manera causa MS o algún otro factor estacional?

En el misterio de por qué la esclerosis múltiple es más común cuando más lejos vayas de la línea ecuatorial, podemos encontrar una respuesta en la vitamina D. Los niveles bajos de vitamina D se ligan a un mayor riesgo de MS y a un mayor riesgo de exacerbaciones si tienes la enfermedad. Las personas que viven lejos de la línea ecuatorial tienen niveles más bajos de vitamina D. Y los bebés nacidos en el hemisferio norte en noviembre, en comparación con mayo han estado en el útero cuando hay más probabilidad de que su mamá haya tenido mejores niveles de vitamina D.

Fabricamos vitamina D cuando nuestra piel está expuesta a la luz solar, por lo que puedes ver cómo estar lejos de la línea ecuatorial podría estar razonablemente vinculado al riesgo de enfermedad.

¿Qué pasa con la nutrición?
Resulta que hay una sorprendente correlación entre el consumo de leche de vaca  de una población y la cantidad de esclerosis múltiple en esa población. Cuanta más leche de vaca, mas esclerosis múltiple.
Es otra especie. La leche de vaca es para los becerros. ¡Somos la única especie animal que consume el producto materno de otra especie!

Bien; la imitación molecular puede estar desempeñando un papel aquí. La esclerosis múltiple es una enfermedad de daño a las vainas nerviosas, una importante cobertura para nuestras células nerviosas. Resulta que hay una proteína de leche de vaca que se parece mucho a nuestras vainas nerviosas. Nuestro sistema inmunológico reacciona tanto a la proteína de la leche de vaca como a nuestras vainas nerviosas.

El vínculo entre la ingesta de productos lácteos y la enfermedad autoinmune y la imitación molecular no se detiene con la esclerosis múltiple. La diabetes tipo 1, una enfermedad en la que el sistema inmune ataca al páncreas, también se ha relacionado con productos lácteos. Existe una sorprendente correlación entre el alto consumo de lácteos en una población y las altas tasas de diabetes tipo 1. Los pacientes con la enfermedad también tienen una fuerte respuesta inmune a las proteínas  en la leche que imitan los componentes del páncreas. La diabetes tipo 1 es por definición, una enfermedad resultante de la destrucción de las células productoras de la insulina del páncreas. ¿Por qué el sistema inmunológico ataca las proteínas de la leche que imitan los componentes del páncreas y al propio páncreas? ¿Las exposiciones a las proteínas de la leche “desencadenan” el proceso autoinmune? Esta ha sido una hipótesis en el desarrollo.

Resulta que los estudios en animales de otras especies que apoyan esta idea. Existe un tipo de rata que ha sido criada para tener una alta tasa de diabetes tipo 1 y, en el momento del destete, la exposición a la proteína de la leche de vaca conduce a un aumento dramático de la incidencia de diabetes tipo 1. Retira la proteína de la leche y puedes quitar la mayor parte de la diabetes.

Por supuesto, no son solamente la leche de vaca está implicada en la enfermedad autoinmune. Sabemos que el riesgo de trastornos inflamatorios intestinales, la colitis de Crohn y la colitis ulcerativa, se han relacionado con las prácticas de alimentación infantil (la lactancia materna es protectora), la leche de vaca, la baja ingesta de fibra y verduras y el aumento de la carne y las grasas añadidas en la dieta. Las condiciones de la tiroides están relacionadas con la ingesta de yodo. Yodo insuficiente o en exceso, ambos pueden convertirse en un problema.

Así que, ¿qué obtienes de todo esto? Ojalá pudiera ofrecer una explicación sencilla que responda a la pregunta sobre qué causa la enfermedad autoinmune. Pero no puedo. No pienso que la ciencia apoye hacer declaraciones generales sobre la enfermedad autoinmune, pero acá hay algunas lecciones clave que hemos visto hasta ahora y que pueden ser muy útiles.

En cuanto a factores controlables, parece que la leche de vaca es, de lejos, el alimento comúnmente más vinculado con enfermedad autoinmune. Sugiero a mis pacientes que eviten completamente los productos lácteos de vaca en todas sus formas. En segundo lugar, evite otros componentes de una dieta al estilo “occidental”, lo que significa evitar la carne, los aceites añadidos y productos lácteos (ya mencionados) e incluir un montón de fibra y vegetales verdes, amarillos y naranjas. En tercer lugar, la nutrición infantil y la lactancia materna pueden desempeñar un papel importante, así que ánimo a las madres a hacer todo lo posible por amamantar al menos durante un año continuo. En cuarto lugar, sal y toma el sol (sin quemarte), preferentemente el matutino, y mantente activo con regularidad. En quinto lugar, no fumes. Sexto, incluye algunos vegetales de mar en tu alimentación de vez en cuando. Pon atención en los alimentos que contienen yodo natural.

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