Pájaros cantan a todo pulmón en París, jabalíes caminan por la ciudad y delfines están de regreso en las costas. Nuestro confinamiento ha dado vía libre a los no-humanos, que disfrutan de la calma y se sienten más plenos.
Se reportan jabalíes en Barcelona y un oso paseándose por una pequeña aldea de Asturias. En Madrid hay pavorreales por las calles; además, un puma silvestre deambulaba por las calles desiertas de Santiago de Chile, según los usuarios de redes sociales. En las calles de Madrid, España, se han visto patos, pavos y jabalíes, que aprovechan la soledad de algunas calles para transitar con mayor libertad.
Los animales salvajes tienen vía libre para pasear por las ciudades, señaló Romain Julliard, director de investigación del Museo Nacional de Historia Natural de París. Citó el ejemplo de los zorros, que cambian su comportamiento de forma muy rápida, cuando un espacio está tranquilo.
Asimismo, las especies que viven en los parques urbanos, como gorriones, palomas y cuervos, abandonan su territorio habitual y liberan espacio para otros. Las aves se desplazan de estos sitios principalmente en busca de alimento, pues al verse obligada la gente a recluirse, los restos alimenticios que se generaban, han descendido drásticamente, dejando a las aves sin el sustento habitual.
Algunas aves dejan de cantar cuando hay ruido, sostuvo Jérôme Sueur, especialista en acústica del Museo Nacional de Historia Natural. El ruido también altera su comportamiento y genera estrés, precisó, es por ello que ahora se escuchan cantar más.
La desaparición de la cacofonía del animal de especie humana, es beneficiosa para los de otras especies, en plena primavera en el hemisferio norte.
Pero este fenómeno no solo es de países como España e Italia; uno de los avistamientos que más ha sorprendido en Latinoamérica es el de un puma (Puma concolor) en Santiago de Chile. El evento fue atendido por la Policía, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Zoológico Nacional y, según informaron, el puma bajó de alguno de los cerros cercanos a Santiago en busca de alimento. Lamentablemente el puma de un año de edad y 35 kilos de peso fue capturado y trasladado al zoológico.
El 20 de marzo, en Bogotá se informó de un zorro cangrejero o zorro perro (Cerdocyon thous) que apareció en un conjunto residencial en el norte de la capital colombiana. La zona donde se dio el registro se encuentra cerca de los cerros orientales de Bogotá, un área protegida muy cerca de la ciudad.
Para todos los casos, es sumamente importante dejarlos tranquilos, cuidarlos y respetarlos, y si los quieres alimentar, que sea sin que ellos te vean, dándoles comida lo más natural posible y agua potable; evita acercarte y aleja a tus mascotas; en realidad ellos suelen ser huidizos e inofensivos y no representan ningún riesgo, pero están hambrientos y no sabemos hasta dónde podrían ser capaces de buscar sustento. No está de más ayudarles… pero una vez más, insistimos en que no te les acerques mucho, respeta su espacio y limítate a contemplarlos de lejos.
Se asegura que el avistamiento de fauna en las ciudades seguirá ocurriendo, mientras dure el aislamiento, sobre todo en lugares donde todavía quedan hábitats naturales en más o menos buen estado de conservación. Por lo general las especies que pueden observarse con mayor facilidad son las que están acostumbradas a la presencia humana aunque son esquivas y difíciles de percibir en los escenarios urbanos tradicionales donde hay un alto flujo de personas y vehículos. Son muchos los que podrían avistarse en Latinoamérica, además de los que ya han sido registrados, también podrían verse otros como comadrejas, venados y mapaches.
Y tú, ¿has visto algunos?
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