La obesidad es considerada una epidemia pues afecta a una gran proporción de la población a nivel mundial y su prevalencia va en aumento. Lo más preocupante es que también está afectando a la población infantil. México se encuentra en los primeros lugares de obesidad y obesidad infantil. Cerca de un tercio de los niños y adolescentes mexicanos padecen sobrepeso y obesidad.
La UNICEF sugiere que las altas tasas de sobrepeso y obesidad infantil se debe a la inseguridad alimentaria que existe a lo largo del país, puesto que el acceso a alimentos frescos y saludables es muy limitado en algunas zonas. Asimismo, la comercialización de alimentos procesados dirigidos a niños y su exposición en hogares, escuelas y mercados generan un ambiente poco saludable promoviendo la obesidad y afectando a millones de mexicanos.
Un exceso en el peso corporal durante la infancia puede afectar el crecimiento y desarrollo de los niños y, con ello, se incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas durante la edad adulta. Por otro lado, la obesidad infantil puede favorecer el desarrollo de problemas emocionales y de comportamiento, además, de afectar el rendimiento escolar.
La obesidad es un estado proinflamatorio que eleva el riesgo de varias enfermedades como hipertensión, dislipidemia, diabetes, enfermedad cardiovascular, asma, apnea del sueño, osteoartritis e incluso algunos tipos de cáncer en la población adulta. Sin embargo, con el aumento de la obesidad en los niños se han encontrado factores de riesgo para presión elevada, resistencia a la insulina, prediabetes, higado graso, entre otros.
Asimismo, los niños que padecen de sobrepeso u obesidad tienen el riesgo de presentar afecciones cardiovasculares a corto o largo plazo, como una elevación de la presión arterial, incremento en la concentración de triglicéridos y alteraciones en la glucosa sanguínea; lo que los puede conducir a presentar síndrome metabólico, un problema que se creía solo podía afectar a la población adulta.
En mujeres se puede presentar síndrome de ovario poliquístico, alteraciones hormonales, alteración de la función tiroidea, problemas gastrointestinales, pulmonares, complicaciones neurológicas y problemas dermatológicos
Además de las alteraciones metabólicas ocasionadas por la obesidad en el organismo, también genera problemas ortopédicos como deslizamiento de la cabeza femoral, valga rodilla, tibia vara y fracturas. Estas afecciones, a su vez, pueden ocasionar dolor de cadera y rodilla, así como una disminución en la rotación de la cadera.
En el ámbito social los niños se enfrentan a estigmas, estereotipos negativos, discriminación e incluso marginación social. Esto puede generar un impacto en su imagen corporal. Debido a esto, se incrementa el riesgo de insatisfacción corporal, depresión, control de pérdida al comer, comportamiento no saludable de control de peso, relaciones sociales deterioradas y afectación a la salud. Tambien puede provocar una baja autoestima, intento de suicidio, trastornos de la conducta alimentaria, déficit de atención e hiperactividad, así como trastorno bipolar. Además, la obesidad infantil también se ve vinculada con el acoso escolar.
La obesidad es un problema que afecta a millones de personas, adultos y niños. Esto tiene como consecuencia diversas afectaciones metabólicas, ortopédicas y emocionales. Hoy en día la población infantil es la más afectada por este trastorno. Los riesgos que esto implica es el desarrollo de patologías que antes eran exclusivas de los adultos o bien un incremento en el riesgo de presentarlas en la adulta, además, de que los niños pueden sufrir problemas emocionales. Es necesario cuidar la alimentación de los niños para que con ello se puedan prevenir futuras enfermedades y al mismo tiempo mejorar su calidad de vida.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
Salud. (2020, 12 marzo). La obesidad infantil en México: una emergencia que requiere medidas. Noticias ONU.
Navas-Carretero, S. (2016). Obesidad infantil. Causas, consecuencias y soluciones. Anales del Sistema Sanitario de Navarra, 39(3), 345-346.
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