Como ya es bien sabido, el consumo de bebidas con un exceso de azúcares, como los refrescos, implican un factor de riesgo para el desarrollo de sobrepeso y obesidad y con ello un mayor riesgo en la aparición de enfermedades crónicas como cardiovasculares o diabetes. Por ello, surgieron como alternativa “menos dañina” los refrescos “libres de azúcar” que se han ganado la preferencia de los consumidores. Sin embargo, y al igual que los otros refrescos, su consumo trae consecuencias para la salud.
Si bien las bebidas gaseosas pueden producir una saciedad en la sensación de sed, también presentan efectos adversos, al tener un impacto en el funcionamiento normal del cerebro. Por su contenido de cafeína generan la excitación del sistema nervioso provocando insomnio, agitación psicomotora y dolores de cabeza. En un estudio llevado a cabo en ratas se encontró que el consumo de refrescos generaba estrés oxidativo a nivel cerebral además de disminuir los niveles de antioxidantes. El consumo en exceso de los refrescos de cola “light”, aparte de un gran aporte calórico, se han relacionado con disfunción a nivel cerebral, demencia y accidentes cerebrovasculares.
Por otro lado, en otro estudio, realizado con refrescos de dieta se encontró que el consumo de este tipo de bebidas se relaciona con la presencia de insomnio, dolores de cabeza, convulsiones, en casos graves se asoció con ceguera, neurotoxicidad y pérdida de memoria. Eso es debido a que el aspartamo, contenido en estas bebidas, es descompuesto dentro del organismo en fenilalanina, ácido aspártico y metanol, si bien presentan una papel fundamental en el desarrollo y crecimiento, al encontrarse acumulados de manera excesiva dentro del cuerpo poseen efectos citotóxicos.
Entre los ingredientes de este refresco de cola “light” encontramos el aditivo “color caramelo clase IV” (caramelo de sulfito amónico) se ha relacionado con efectos cancerígenos, incluso en la exposición a niveles muy bajos. Por ello, en el estado de California, EU hicieron cambios en la legislación en la cual se exigía que se incluyera un etiquetado que advirtiera los posibles efectos carcinógenos de estos productos.
También encontramos “ácido fosfórico” dentro de sus ingredientes, el cual es dosis altas es capaz de provocar hiperactividad y problemas digestivos. Además, posee efectos a largo plazo ya que puede disminuir el equilibro de calcio y fósforo en el organismo, nutrientes esenciales para la salud ósea. Asimismo, cuenta con “Acesulfame K”, el cual desde dosis muy pequeñas puede producir efectos laxantes y en un consumo excesivo y a largo plazo podría generar la aparición de cáncer, principalmente en hombres; así como, también puede provocar problemas neurológicos, incremento en las concentraciones de glucosa en sangre y secreción de insulina.
El consumo de refrescos light representa una forma alternativa para el consumo de refrescos, pues se cree que es menos dañina para la salud al no contener calorías. Sin embargo, como cualquier otro refresco, puede generar alteraciones en la salud debido a los ingredientes con los que está elaborado, por ello es necesario que su consumo debe ser cuidadoso o bien evitarlo, y más importante evitar darlo a los niños.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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Anjum, I., Jaffery, S. S., Fayyaz, M., Wajid, A., & Ans, A. H. (2018). Sugar Beverages and Dietary Sodas Impact on Brain Health: A Mini Literature Review. Cureus, 10(6), e2756.
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