Los prebióticos son sustancias de la dieta no digeribles que nutren a los microorganismos que habitan en el intestino, ayudando al crecimiento de bacterias buenas. Existen diferentes alimentos que son fuentes de prebióticos como los vegetales (cebolla, ajo, tomate, entre otros), frutas como el plátano, cereales (maíz, cebada, trigo, centeno), leguminosas (frijoles, lentejas, soya), caña de azúcar y miel.
La miel es un producto natural en la cual se han distinguido al menos 180 componentes importantes para la salud como aminoácidos, minerales, vitaminas, entre otros. Además, posee ácidos orgánicos como cítrico, láctico y fosfórico, vitaminas como C, B1, B2, B3, B5 y ácido fólico, minerales tales como fósforo, calcio, magnesio, silicio, hierro, manganeso, yodo y zinc, flavonoides y polifenoles.
Además, de poseer un sabor dulce y agradable, la miel es utilizada para curar o en el tratamiento de rozaduras, heridas y tos; también ayuda a mejorar la memoria y algunas alergias; ayuda a eliminar bacterias resistentes a algunos antibióticos, sirve como fuente de energía para personas que practican actividad física.
La miel posee fructooligosacáridos, oligosacáridos naturales de cadena corta, cuya función principal es brindar energía, sin embargo, alimentan y estimulan el crecimiento de ciertas bacterias buenas en la microbiota intestinal, por lo que se le considera como un alimento prebiótico. Su consumo mejora la salud a nivel gastrointestinal, ayuda en la absorción de nutrientes como el calcio y ayuda a la absorción de otros prebióticos.
Por su efecto prebiótico la miel ayuda a combatir el estreñimiento ya que los fructooligosacáridos al llegar al colon funcionan de manera parecida a la fibra vegetal ya que captan el agua dándole volumen a las heces y originando gases para incrementar los movimientos intestinales, dando como resultado un ligero efecto laxante.
La miel es un producto natural que brinda diversos beneficios para la salud por su alto valor nutritivo, entre los cuales se encuentra su función como prebiótico el cual ayuda a la salud gastrointestinal mediante el aumento de bacterias buenas que conforman la microbiota intestinal.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
- Castañeda Guillot, C. (2018). Actualización en prebióticos. Revista Cubana De Pediatría, 90(4), e648.
- Miel y Salud. Asociación Española de Comerciantes y Envasadores de la Miel. (2014).
- Figueras, M. (2020). La miel: terapéutica y con propiedades nutricionales. Corazón y Salud, 79.
- Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. (2017). La miel, remedio natural para enfermedades. Gobierno de México.
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