Hipertensión y la relación con el intestino.

En México, uno de cada tres adultos padece hipertensión arterial; de hecho, es una de las cifras más altas en nuestro país, casi a la par de la diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares, aunado a que el preámbulo de éstas últimas. El verdadero problema de la HAS, es que muchas veces suele ser asintomática, salvo ligeros signos o síntomas que pueden pasar desapercibidos, ser ignorados o confundidos con otra cosa, por ejemplo, según estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (2017) aproximadamente el 80% de la población tiene esta enfermedad y quizá no lo sabe; sin embargo, hay señales que deberían de considerarse como alarmas como el sobrepeso y la obesidad.

Relación disbiosis intestinal y enfermedades cardiovasculares.

El intestino actualmente no sólo se considera el segundo cerebro, sino que también ha sido vinculado a diversas enfermedades crónico-degenerativas y autoinmunes debido a una malfunción de éste. Recordemos que el intestino alberga aproximadamente 100 billones de bacterias neutras, benéficas y tóxicas que, en conjunto, regulan las diferentes funciones propias de la absorción y metabolismo de nutrientes; sin embargo, en todo este proceso, recordemos que en el intestino se producen también neurotransmisores y células que regulan otras muchas funciones corporales. Una mala alimentación genera que las células tóxicas proliferen sobre las bacterias benéficas, lo cual va generando una disbiosis y una alteración en la función intestinal.

En ese sentido, la disbiosis intestinal está relacionada con la producción de desechos tóxicos que a su vez van permeando la barrera intestinal, permitiendo la translocación de toxinas y agentes microbianos que van produciendo respuestas inflamatorias e inmunitarias; es decir, alterando el sistema inmunológico, renal, hepático, cardiovascular, etc. (Kitai & Tang, 2017).

Alimentación y disbiosis.

Toda esta cadena de factores va repercutiendo la salud a nivel general; recordemos que al ser un sistema, funcionamos como engranes (los diferentes sistemas) y entonces al fallar uno, comienzan una serie de desajustes en los órganos relacionados que van mermando la capacidad de mantener un equilibrio homeostático y, por ende, surgen las enfermedades.

En algunos organismos las enfermedades pueden aparecer rápidamente, sin embargo, en otros pueden tardar y no presentarse de manera temprana, no quiere decir que estemos exentos de padecer enfermedades, sino que algunos hábitos harán que esta aparición se dé tarde o temprano.

Es importante mencionar que la disbiosis intestinal, como lo mencionamos anteriormente, está vinculada con los hábitos dietéticos, por lo cual es imprescindible que la alimentación sea el primer foco de atención el tratamiento de cualquier enfermedad crónicodegenertiva y, por ende, la dietoterapia el primer paso para la recuperación y mantenimiento de la salud.

Así, podemos concluir que un intestino sano es la base de la reestructuración y mantenimiento de la salud.

Por: Jacquelinne Barrios.

Referencias
– Instituto Mexicano del Seguro Social [IMSS] (2017) La Hipertensión Arterial de la población en México, una de las más altas del Mundo. Artículo recuperado de http://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/201707/203

– Kitai, T. & Tang, W. (2017) Impacto de la microbiota intestinal en la enfermedad cardiovascular. Revista española de cardiología 70(10) pp 799-800. Recuperado de https://www.revespcardiol.org/es-impacto-microbiota-intestinal-enfermedad-cardiovascular-articulo-S0300893217302737

– Zubcevic, J. Richards, E. Yang, T. Kim, S. Summers, C. Pepine, C. & Raizada, M. (2019) Impaired Autonomic Nervous System-Microbiome Circuit in Hypertension. A Premise for Hypertension Therapy. Artículo de revision. Circ. Res. Recuperado de https://www.ahajournals.org/doi/pdf/10.1161/CIRCRESAHA.119.313965?fbclid=IwAR0uUItUTvQ7
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