Semilla de linaza y sus beneficios para la salud.

La linaza es una semilla producida por las flores azules de la planta de lino (Linum usitatissimun L.). La semilla es rica en ácido α-linoleico (Ω 3), fibra soluble y fitoestrógenos. El color y la composición nutricional de las semillas pueden variar dependiendo de la variedad.

El porcentaje de proteínas de la linaza oscila entre 22,5% y 31,6%, conformado por globulinas y albúmina. Es rica en arginina, ácido aspártico, ácido glutámico, pero carece de lisina, metionina y cisteína. El aceite es el principal componente de la linaza varía entre 35% a 43%, también contiene triglicéridos, fosfolípidos y ácidos grasos libres α-linolénico, linoleico y oleico. Los tipos de fibra que se hallan en la linaza son: celulosa, lignina y mucílago. En esta semilla también se encuentran dos tipos de fitoestrógenos, los lignanos (secoisolariciresorcinol (SDG), matairesorcinol, pinoresorcinol, lariciresorcinol, isolariciresorcinol, artigenina, tetrahidrofurano, arctigenina, hinoquinina, nordihidroguayarético, ácido divainillinico) y los isoflavonoides (genisteina, daidzeina y biocaina A).

El consumo de la linaza se ha asociado con una significativa reducción del riesgo de padecer cáncer. Se ha demostrado que el ácido α-linolénico tiene actividad antiinflamatoria y, en modelos animales de cáncer de mama premenopáusico (alto nivel de estrógeno), ha mostrado contar con efectos antiproliferativos.

La ingesta de fibra se ha asociado con una disminución en el riesgo de cáncer de mama pues un patrón dietético alto en fibra reduce el riesgo de recurrencia del cáncer de mama, probablemente a través de los efectos sobre el metabolismo y la eliminación hormonal.

La linaza es también una de las fuentes más importantes del precursor de los lignanos. Es la fuente más densa del lignano SDG, con entre 60 y 300 mg de lignanos por ración de 100 g. Se cree que esta clase diversa de constituyentes posee propiedades estrogénicas y antiestrogénicas, junto con efectos antitumorales. A través del metabolismo de los microbios intestinales (microbiota), los lignanos vegetales se convierten en sus formas activas enterolactona y enterodiol, los posibles responsables de algunos de los efectos anticancerígenos que se han adjudicado a los lignanos.

Se ha visto que la ingesta de linaza podría regular la sensación de saciedad mediante la expresión de leptina, por lo que podría recomendarse para el control de peso.  Por otro lado, se ha observado que podría ayudar a disminuir las concentraciones de glucosa en sangre, hgemoglobina glicosilada, colesterol total, triglicéridos, colesterol LDL y un aumento del colesterol HDL. Los fitoestrógenos, fibra y lignanos presentes en la linaza tienen propiedades que intervienen en el mantenimiento y control de metabolitos y enzimas implicados en la diabetes mellitus II. Por ello, el consumo de este alimento resulta benéfico y seguro para aquellas personas que padecen diabetes mellitus.

La combinación de canola/linaza (C/L) ha mostrado ayudar a disminuir los lípidos a nivel hepático.  En un estudio en el que se le proporciono a un grupo de personas una dieta en la que se combinaban canola y linaza encontraron altas concentraciones de DHA, EPA y bajas concentraciones de ácido araquidónico a nivel hepático. Las bajas concentraciones de ácido araquidónico resulta importante debido a que es un precursor de las prostaglandinas responsables de diferentes afectaciones a la salud.

La linaza es una semilla que gracias a su contenido nutricional brinda diversos beneficios a la salud. Se ha relacionado principalmente con la prevención de cáncer de mama. Asimismo, ha mostrado ser beneficiosa para otro tipo de padecimientos. Por ello, es recomendable incluirla en la dieta del día a día para poder conseguir sus beneficios y mejorar la salud.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

OJEDA, L., de la CRUZ NOGUERA MACHADO, N., & HERRERA, H. (2017). LA LINAZA (Linum usitatissimum L.) Y SU PAPEL NUTRACEÚTICO. Saber, 29, 712–722.

Flower, G., Fritz, H., Balneaves, L. G., Verma, S., Skidmore, B., Fernandes, R., Kennedy, D., Cooley, K., Wong, R., Sagar, S., Fergusson, D., & Seely, D. (2013). Flax and Breast Cancer. Integrative Cancer Therapies, 13(3), 181–192. 

 

 

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